viernes, 5 de octubre de 2007

Evangelio..


Lucas 10: 13 - 16 13
«¡Ay de ti, Corazin! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. 14 Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! 16 «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»



Esta reflexion nos invita a pensar en como hacemos las cosas, mas que nada nos llama a ser originales, y a ser siempre los mismos, mansos y humildes de corazon, a escapar de las mentiras y enfrentar los problemas dandole solucion, a no ser "doble chápa" o tener dos caras al momento de actuar, ya que como decia la lectura, los protagonistas reaccionaban o actuaban cuando se les presentaba complicaciones, y se dejan llevar por las cosas que les son favorables, no por las cosas que pueden ser contrarias a estos. El evangelio segun Sán Lucas, nos enseña la otra cara de la realidad que Jesús veia, esa en la cual el mal, la envidia, la ignorancia y la perdicion, son los malos caminos, y Jesús nos dice, que al momento de darle la espalda, caeremos, es decir, la misericordia y la vida eterna dependen de como sea nuestro comportamiento frente a nuestra vida y las cosas que hacemos, como actuamos, como nos comportamos, etc.



En nuestra vida tenemos la opcion de ser felices, si pensamos en las cosas que devemos, tenemos y podemos llegar a ser.



Paz y Bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los malos caminos...y pensar que siempre han existido... y ahora ya no se sabe como recuperar a esas ovejas perdidas por la vida.

es gratificante encontrar sitios asi con grandes reflexiones

gracias

De paso les cuento que soy extranjera y me encanta que Chile tenga sitios asi, aqui (Arg) es poco usual encontrarlos, gracias a ustedes hermanos tengo la oportunidad de encontrarme con Dios.